Atlantropia, delirios de un arquitecto
publicado por Brigo dentro de Historia, Megaproyectos, Utopías(Arquitectura)
En torno a los años 20 del siglo pasado existió una corriente de pensamientos minoritaria que creía que en un futuro no muy lejano el mundo sería dividido en tres bloques, formados por el continente americano, Europa y Asia; y que esta división provocaría el enfrentamiento entre los diferentes bloques , y de ser así Europa contaba con un terreno y una población inadecuada para una buena defensa, por lo que probablemente sería el primero de los bloques en caer.
Aunque esta serie de ideas no tuvieron mucho éxito uno de sus más conocidos seguidores fue el arquitecto Herman Sörgel , el cual pensó que para poder equilibrar algo más la balanza de poderes Europa debería contar con una importante industria, para lo que necesitarían una fuente de energía mucho mayor de lo que se conocía y la solución aportada por Sörgel fue la construcción de una serie de enormes presas en el estrecho de Gibraltar, aprovechando las grandes corrientes que se dan en este punto.
Además de generar energía esta serie de construcciones inducirían a su vez un descenso del nivel del mar mediterráneo quedando expuestas nuevas tierras que anteriormente estarían sumergidas bajo el mar.
De acuerdo a sus previsiones, se conseguiría un descenso del nivel del mar de 100 metros en la mitad occidental, y 200 metros en la oriental, ganando un total de 576.000 km^2 de nueva tierra, equivalente a la superficie de la península ibérica. Pudiendo además crear nuevas infraestructuras que atravesasen el mediterráneo, como el proyecto que pretendía unir Túnez con Italia mediante una serie de puentes.
Además el proyecto incluiría la construcción de una serie de canales con los que se podría regar el desierto del Sahara, generando así un ecosistema capaz de abastecer de alimento a los pobladores de los nuevos terrenos. La realización del proyecto además aliviaría el exceso de población en el continente europeo, a la vez que terminaría con el desempleo (ante la gran cantidad de mano de obra que sería necesario).
Pronto Sörgel alcanzó una gran popularidad con este proyecto y algunos de sus seguidores diseñaron proyectos locales para casos especiales como Venecia, la cual sería especialmente protegida por un sistema de diques; la realización de diseños para nuevos puertos de mar, una gran torre de 400 metros de altura que controlaría la presa principal (la cual sería de unos 15km de largo, 300 metros de altura y 2,5 km de anchura, incluso proyecciones de crecimiento agrícola o sistemas de redes eléctricas capaces de distribuir la energía generada. Aunque nunca se planteó que hacer con la población local africana ni estudios sobre posibles terremotos.
El proyecto nunca vio luz, los alemanes lo ridiculizaron y los italianos tenían demasiada dependencia del mar como para aceptar que se les arrebatase. Sörgel dedicó 10 años de su vida al diseño de este proyecto de colosales proporciones, nunca cejó en su empeño y defendió su proyecto hasta su muerte, y nunca mejor dicho ya que este murió atropellado en 1952 mientras se dirigía a una exposición sobre su proyecto.