Arte Manuelino de Portugal  

Portugal es un país hermoso, lleno de singularidades y una de ellas es la que hoy nos ocupa, el Manuelismo o arte manuelino.

Este estilo arquitectónico es pura y genuinamente portugués, surgido con fuerza a comienzos del siglo XVI en medio de una Portugal floreciente, al igual que el resto de los reinos ibéricos, debido en gran parte a la conquista de América. Este estilo se basa en el gótico, pero con inclusión de elementos decorativos propios, inspirados en una temática predominante en la Historia de Portugal: el mar.

Manuel I de Portugal

Debe su nombre al monarca luso Don Manuel I de Portugal, el cual fué denominado por algunos como el rey de los mares, y el cual creía ser una especie de mesias para el mundo, llegando a idear una cruzada, la cual no llegó a prosperar, por ello tambien este estilo cumple una fución propagandística de su persona.

Aunque desde un punto de vista constructivo no añade más a un estilo (el gótico que tenía los días contados, siendo inminente la entrada del renacimiento; de hecho muchas características renacentistas aparecen reflejadas en edificios manuelinos) se establecen una serie de cánones, sobre todo en la proporción de bóvedas y alturas de estas.

La ornamentación de los edificios se incrementa notablemente, aún a pesar de centrarse en determinados elementos como puedan ser arcos, florones de las bóvedas, pináculos y lóbulos, dejando libres muros y elementos intranscendentes. El manuelismo supone en gran parte la modernización de un estilo ya de por sí moderno, la temática de los adornos es la propia vida, pudiendo quedar reflejado en los ornamentos casi cualquier situación, desde las más cómicas hasta las más tétricas, así como los más ocultos o los más institucionales.

Torre de Belem, Lisboa

Se emplean elementos marítimos, Portugal ha sido siempre un país muy ligado a la navegación, tales como las conchas, nudos marineros, caracoles y demás animales marinos, etc.

Podemos encontrar claros ejemplos de arquitectura manuelina en el convento de los Jerónimos de Lisboa (Patrimonio de la humanidad por la UNESCO) o la torre de Belem, en Lisboa tambien.

Monasterio de los Jerónimos.