El batallón perdido, o la paloma salvadora
publicado por Brigo dentro de Grandes Hazañas, Historia
En Octubre de 1918 un grupo de 550 soldados aliados quedaron aislados tras las líneas enemigas al formar parte de un frente de ataque del cual solo ellos consiguieron avanzar. Quedando bloqueados, sin posibilidad de moverse entre el fuego alemán en el bosque francés de Argonne, el cual estaba infestado de ametralladoras y alambradas.
En azul la línea del frente en 1918
Ante la imposibilidad de moverse y la escasez de alimento, las tropas llevaban raciones de alimento para 2 días y estas ya empezaban a escasear, el encargado de los hombres, el mayor Whittlesey ordenó el envío de palomas mensajeras, disponían únicamente de 8 palomas.
Las primeras palomas llevaban información sobre la posición en la que se encontraban. Al enterarse de la situación en la que se hallaban la prensa americana presionó para que el ejército los liberase y avanzase líneas en ese frente. Para ello Pershing (oficial al mando americano) ordenó tras un par de fallidos intentos por avanzar que se bombardease la zona, a lo cual los soldados atrapados respondieron “nuestra propia artillería nos esta bombardeando, párenlo por favor”, el mensaje fue enviado en la ultima paloma disponible, llamada “cher amí” (querido amigo). La paloma se posó en una rama, tuvo que subir un soldado al árbol para que esta echara a volar, tras esto los alemanes la dispararon, la paloma perdió una pata y un ojo, además de sufrir otras heridas, pero la paloma entregó el mensaje a las tropas aliadas. A consecuencia del bombardeo murieron 80 soldados y al cesar el bombardeo los alemanes comenzaron dos ofensivas que fueron repelidas, y otro bombardeo.
Se intentó abastecer a los soldados que quedaban, pero el avión que se envió para el transporte de las raciones dejo caer estas fuera del perímetro que habían señalado, siendo imposible la recogida de estas, para más INRI el avión se perdió.
Tras varios días más un grupo de nueve hombres que no soportaba más el hambre decidió ir en busca de los paquetes, la mitad de ellos fueron capturados y la otra mitad muertos. Uno de los hombres capturados fue devuelto con una nota en la cual se les pedía que se rindiesen, los soldados americanos respondieron con insultos hacia los alemanes.
Al día siguiente el puesto estuvo a punto de ser perdido, ya que los alemanes atacaron con lanzallamas, pero por suerte las ametralladoras acabaron con estos, y en la parte final del combate se podía escuchar como llegaban tropas aliadas hacia el puesto, se había conseguido por fin romper la línea, y los alemanes se replegaron rápidamente temiendo quedar en una situación similar a la que habían estado los americanos durante alrededor de 15 días.
El resultado final fue que de los mas de 550 soldados sólo 194 lograron sobrevivir. Los oficiales al cargo de la unidad fueron ascendidos y se les concedió la medalla de honor, “cher amí” fue disecada y se guarda ahora en el Instituto Smithsonian de Washington. Whittlesey fue uno de los portadores del féretro del soldado desconocido, aunque poco después (en 1921) desapareció de un barco, considerando que se suicidó.