El ensanche de Barcelona
publicado por Brigo dentro de Arquitectura, Megaproyectos, Urbanismo
En 1850 Barcelona se había convertido poco a poco en una de las ciudades más densas de Europa como consecuencia del paulatino aumento de la población y una estructura urbana arcaica, aún encerrada en su muralla medieval, y a la prohibición de construir sobre los terrenos circundantes a esta, al estar considerados de uso exclusivo para agricultura.
Plano del ensanche de Barcelona
La situación llegó a ser casi insostenible, llegando al punto de tener que ir prescindiendo de plazas públicas para edificar en ellas e incluso a construir sobre la propia calle mediante un sistema de arcos.
Es por esto que en el año 1854 el ayuntamiento procede a la demolición de las murallas (tras un enfrentamiento con el ministerio de guerra, que consideraba estas de gran utilidad) y en 1859 convoca un concurso de proyectos para el ensanche de la ciudad. En este proyecto rápidamente destacan dos proyectos, un proyecto basado en una estructura radial (por el arquitecto Rovira i Trias) y un sistema de cuadricula (por Ildefonso Cerdá, ingeniero de caminos).
Esquema del sistema propuesto por Cerdá
El sistema propuesto por el arquitecto presentaba un desarrollo de ciudad clasista, con calles más estrechas y mayor altura en los edificios. Potenciando el obsoleto centro de la ciudad, y planteando algún problema a la larga, cuando la ciudad creciese más aún.
Por el contrario el sistema propuesto por Cerdá se basaba en una serie de cuadrículas alineadas en calles, era un sistema perfecto, las manzanas además de edificios estaban pensadas para que tuviesen jardines y pequeñas huertas, las calles eran más anchas y los edificios más bajos, permitiendo así que la luz solar llegase hasta las plantas más bajas de los edificios.
El plan Rovira fue el elegido por la ciudad de Barcelona, pero al poco tiempo el gobierno central impuso un real decreto por el cual se ejecutaría el plan Cerdá, considerando que este era mucho más adecuado y funcional; lo cual causó muchas protestas en la ciudad.
Finalmente el plan Cerdá, tras unos ligeros retoques para aumentar la edificabilidad de los terrenos, prescindiendo así de algunos grandes jardines que estaban reflejados en el plan original, comenzó a ejecutarse, con una estructura de cuadricula de
El ensanche de Barcelona supone una de las primeras y mayores planificaciones urbanas acometidas en toda Europa, llegando a multiplicar por 8 la superficie que en su día tenía la ciudad, y es todo un ejemplo de urbanismo. En la actualidad se sigue edificando por este sistema, y pese a las protestas iniciales de los barceloneses, que costaron la supresión de algunos parques y la adición de varias alturas en los edificios, el plan Cerdá ha demostrado ser un plan eficaz y válido hasta la actualidad.